Aunque no se informe de ello, prácticamente cada semana se producen ataques de drones. Entre 2.200 y 3.600 personas, incluidos cientos de civiles inocentes, pueden haber muerto desde 2004 al ser alcanzados por los disparos de aviones estadounidenses no tripulados. Expertos de Naciones Unidas han pedido a los estados que emplean aviones no tripulados en sus operaciones militares que respeten el derecho internacional a la hora de emplear estas herramientas, que no son "inherentemente ilegales" pero representan una clara amenaza para la seguridad de los civiles y su uso debe ir acompañado de transparencia informativa.
Vehículos aéreos no tripulados (drones) se están utilizando para realizar asesinatos en lugares como Afganistán, Pakistán, Somalia o Yemen, el último producido en Pakistán puede poner en peligro seriamente el proceso de paz que vive el país. Mediante estos ataques a distancia se eliminan objetivos supuestamente "selectivos", pero se causan numerosas bajas inocentes. Desde Amnistía Internacional se han denunciado estas acciones pilotadas con drones con datos exhaustivos, precisos y documentados.
Henry Molano entrevista en plató a Eva Suárez, directora adjunta de Amnistía Internacional en España, destaca el secretismo que envuelve a las operaciones con drones "que levantan dudas sobre la legitimidad de los ataques. Están costando vidas en el norte de Pakistán e intranquilidad en la vida cotidiana de los civiles que viven allí". Se está actuando contra los derechos humanos. Hay una cuestión técnica de si son homicidios y si estamos dentro de un conflicto armado o no. Si es Derecho Internacional humanitario o crímenes de guerra. Lo que nos impide hacer informaciones más tajantes es ese secretismo. No hay detalles por parte de la Administración de EEUU, que no reconoce ni siquiera que hay ataques ni su justificación".
Precisamente, el analista internacional Yusuf Fernández, subraya que "hay un problema implícito en la utilización de los drones. Una operación clásica conlleva tropas y un unos individuos sobre el terreno que pueden reaccionar. Pero con el ataque de un drone es imposible. Su única función es localizar un objetivo y destruirlo. Esta pilotado a distancia incluso desde EEUU como si fuera un juguete. Así no se puede saber si hay civiles en peligro o no. No hay justificación para los ataques de los drones. Es un espacio fuera de la ley porque EEUU no puede decidir quién debe morir o no".
Suárez también denuncia que en muchos casos "las víctimas son civiles, a veces niños. También está el miedo. Sólo con oír los drones la gente ya tiene miedo. Están indefensos sin posibilidad de tener justicia ni reparaciones". En este punto, Fernández advierte que son realmente "ejecuciones extrasumariales" y que "los objetivos de los ataque están en función de los intereses de seguridad del gobierno de Obama, con lo que Estados Unidos se convierte en juez y verdugo del mundo".
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