La ministra española de Sanidad Ana Mato se enfrenta a nuevas protestas contra las privatizaciones que afectan a los hospitales públicos en sus horas más bajas: con la valoración por los suelos y con graves fallos de gestión. Una gestión que ponemos al decubierto y sobre la mesa de Enfoque para analizar con Rubén Bejarano, de IU, y Ana Giménez de AMYTS. Giménez denuncia que "después de un año y dos meses de protestas nuestro gobierno no escucha a los ciudadanos y a los profesionales de la Sanidad. Y siguen con sus planes con su prepotencia como si fueran un rodillo. Gobernar no es imponer la mayoría. Nunca presentaron un programa electoral que refrendara lo que están haciendo ahora. Desde la Sanidad nos sentimos abandonados por el PP".
Desde Izquierda Unida, Rubén Bejarano destaca que la labor de Mato frente al Ministerio es "nefasta" y puede sintetizarse "en la dinamitación del concepto de universalidad de nuestra sanidad pública". Por ello, destaca Bejarano que desde su formación se han repetido las peticiones de dimisión.
Su lista de "aciertos" incluyen brutales recortes en el presupuesto de Sanidad, el copago farmacéutico, la retirada de la tarjeta sanitaria a cerca de un millón de personas y el fin de la Sanidad Universal se une ahora su última metedura de pata en el tema del copago de ambulancias. La imagen pública de Ana Mato no ha sufrido un grave deterioro solo por su gestión en el Ministerio de Sanidad, sino también escándalos relacionados con el caso Gürtel. Con el gobierno del PP tocado la ministra Mato se posiciona como una de las víctimas de una futura remodelación del gabinete de Rajoy.
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