jueves, 9 de enero de 2014

Panamá: tensión y diplomacia por las obras de ampliación de Canal


El canal de Panamá, que suele interconectar al mundo, ha sido esta vez manzana de la discordia, aunque la tensión de los últimos días comienza a remitir. La crisis que amenazaba con supender las obras de ampliación del Canal es el tema de debate y análisis de hoy en Enfoque con Fernando Díaz Villanueva, director de Negocios.com, y Ricardo Carramiñana, Ingeniero y Director Gral. de EADIC como invitados en plató.

Tras la reunión de este martes, la Autoridad del Canal de Panamá ha anunciado que se están dando pasos para la solución del conflicto. El nuevo condicionamiento entraña un aporte extraordinario de la Autoridad del Canal de 183 millones de dólares al consorcio de empresas que trabajan en la ampliación y este a su vez tendrá que aportar 100 millones. Fernando Díaz Villanueva, director de Negocios.com, destaca que todo "lo que ha pasado era previsible porque era un contrato que se concedió en 2009 con una gran trompetería mediática vendiendo las capacidades de las empresas constructoras españolas en grandes obras en el exterior". Un contrato -resalta Díaz Villanueva- para el que Sacyr "pujó por debajo en casi 1.700 millones de dólares". Con años de experiencia en el sector de infraestructuras y obras públicas, el ingeniero Ricardo Carramiñana, puntualiza que este  "es un contrato complejo y largo" y que es lógico que surjan imprevistos y cambios que se suelen resolver con negociaciones entre las partes y sin mediación política o diplomática.

Pero crisis en torno al canal ha alcanzado el plano diplomático. La Ministra española de Fomento, Ana Pastor, ha viajado a Panamá para reunirse con el presidente Martinelli e intentar suavizar la tensión en las relaciones entre los dos países.  Los dos invitados coinciden en apuntar a las consecuencias del tema.
Carramiñana mantiene que "ha sido mal gestionado y mal enfocado en un entorno global muy competitivo" y que  este "patinazo de Sacyr va a afectar a las empresas españolas" y  a futuros proyectos en el exterior. Díaz Villanueva defiende que lo que se vende como "marca España es una tontería" y que, en este momento, lo que hay que plantearse es "quién va a salir perjudicado: el contribuyente panameño  o el contribuyente español" porque lo que es seguro -continúa Villanueva- "es que no van a pagar las empresas constructoras".

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